Navegándote la carne;
en las tardes corruptas de tu cuerpo,
empujándome entre los pétalos cárnicos,
amando el cálido túnel de aroma profuso;
tengo la certeza que es ese el lugar de donde no quiero salir,
donde volveré en mis hastíos de todo lo banal.
Voy a abrirte hasta encontrarme.
Vous centre
1 comentario:
Que vulnerabilidad tan poderosa
dices tanto en tan pocas líneas.
Me encanta la foto de sincopado
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