Terrible es verte y que me parezcas nada. Cambiaría cada uno de tus huesos, blancos, limpios, porosos, bajo tierra, por un segundo en los brazos de ella. Perdóname. El sentimiento es algo sobre lo que no se manda. Quisiera quererte, remediarte la puta sombra bajo la que has vivido; no soy capaz. Trato de que mis manos y mi boca olviden, sin embargo las vivencias son tatuajes con olor a nardos. A medida que trato de quitarme el velo que me impide ver, la alcoba en que yacemos se enfría.
Estoy perdiéndome.
Aspiro en el aire una descomposición que no puedo controlar.
Estoy de luto.
Perdóname,
perdóname cabrona.
Marváz
1 comentario:
Qué terriblemente magnífico!!!!
Ha valido totalmente la espera, parecer que en estos tiempos, viene de moda el laconismo cruel que sólo describe la vida tal como es.
Un abrazo...
Publicar un comentario