Al fin salió el volúmen dedicado al viejo cochino, hay contenidos tres textos míos. Los dejo con uno de ellos.
Ausencias
Ha llorado toda la noche.
Se despertó mojada, supongo.
Converso contigo entre vahos de alcohol,
declino de Dios en la penumbra
imaginando que rondas por la habitación,
en el despoblado.
Duele intermitentemente.
La deserción de los labios de lujuria.
Escribiré un par de hojas,
aunque empiezo a saber poco
diré tu nombre de madrugada…
el sonido será lo único que me sobreviva.
Marváz
3 comentarios:
El sonido del silencio es el mejor eco y reflejo, para para la estela de todos nuestros recuerdos.
Un abrazo Eriz.
¿qué hacía yo jugando de único peón defendiendo lo perdido?
¡Qué buena frase, ha dejado ustes ahora en mi "bóveda craneal"! Y más ahora que me encuentro inmerso en los mares dorados del Ron.
Un abrazo...
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